Exactamente, ¿que es que puede ofrecer a estos capitalistas tan feroces?  ¿Monopolios del Estado? ¿Poca tecnología de telecomunicaciones e interminables esperas? ¿Mala infrastructura: puertos que no funcionan, huecos en las calles? ¿Altísimos precios de gasolina y un montón de impuestos? ¿Una burocracia enredada en litigios, leyes, reglamentos y sindicatos? ¿Una sistema de justicia que brilla por su ausencia?

Bajo qué condiciones invierte una empresa dinero (no suyo, sino de las accionistas) en cualquier proyecto? Espera un cierto retorno o ganancia deldinero invertido, con un cierto riesgo. Mientras más alto el riesgo, más espera ganar. Es como un individuo. Puede dejar su dinero en el Banco de Costa Rica, y allí gana unos intereses bajos, pero seguros. O se puede buscar otras oportunidades, donde existe la posibilidad de un buen rédito, pero se aumenta el riesgo de la inversión. Pero cuado el riesgo llega a cierto punto, ya no se dice 'inversión' sino 'apuesta.'

Pero, niguna empresa va apostar su dinero en un país donde no existen unas ciertas condiciones básicas. ¿Y cuáles son las condiciones? Un país con pocas o ninguna ley acerca de importación y exportación de materias primas, equipos y bienes de capital. Ejemplos: Hong Kong y Singapur. Un país donde existe la libre competencia en el mercado: Los Estados Unidos. Un país donde los reglamentos del juego son bien claros y fijos, y la justicia se aplica tanto a los nacionales como a los extranjeros: Suiza. Un país que permita la libre flujo de capital, material y mano de obra.

¿Y donde hay un país así?

De otra manera, para atraer inversionistas tiene que prometerles subsidios, leyes, reglamentos y tarifas especiales, que los nacionales no tienen. Todo a costo de los que pagan los impuestos. Es decir, ¡tu y yo!

Entonces, hago yo un llamado a nuestro Presidente: No se vaya. Vengase a casa. Ayúdenos a liberarnos de tanto coerción del Estado, y déjenos en libertad, cado cual para seguir su camino individual hacia la prosperidad. Cuando los propios ciudanos son libres para hacer sus compras y ventas cuando y donde cada individuo quiere, entonces, los gringos capitalistas van a venir a aquí libramente ... ¡y con las maletas llenas de billetes!